Desde tiempos inmemoriales, tribus, comunidades y grupos asentados en zonas aisladas y afectas a riesgos de origen natural.

Han adquirido el conocimiento a través de la observación y la experiencia, de los síntomas que la naturaleza muestra para “avisar” que está viva y que no la podemos detener. Ese conocimiento traspasado por generaciones es inconmensurable, al mismo tiempo que fundamental para advertir cuándo se avecina un fenómeno natural.

Este sitio, será un canal para revelar un proceso investigativo que abordará la manera en que ese conocimiento, incrementa la capacidad de prevenir y responder ante una emergencia.

El desarrollo de este estudio, se realizará en la Universidad de Pau (Francia) y la Universidad de Concepción (Chile), con el patrocinio de la Escuela de Gobierno Local (Chile).

Los Sensores Humanos deben ser apreciados y puestos en valor como “Tesoros humanos vivos”, ya que con su labor y sabiduría, son un especial aporte a la sociedad. Son personas que no aprendieron a ver los eventos de la naturaleza como una amenaza, sino más bien, la percibe y la siente, siendo un transmisor de lo que la Tierra nos quiere expresar. A esas personas yo las llamo, Sensores Humanos.